¡Bienvenidos a Laberinto de Sangre!

Este blog es el soporte digital a la Saga de Fantasía/Ciencia Ficción “Laberinto de Sangre”. Aquí encontrarán COMPLETO el Tomo 1: “Showtime” (pueden leerlo o descargarlo entrando a 'LIBRO COMPLETO'), así como acceder a material adicional que NO ESTÁ EN EL LIBRO, como ilustraciones, videos, textos, música, colaboraciones y más.

jueves, 11 de agosto de 2016

Libro Completo

A continuación, y tal como se prometió en la descripción del blog, está COMPLETO y de manera gratuita el volumen inicial de la saga de Laberinto de Sangre: "Tomo 1 - Showtime". También se puede descargar en los formatos digitales que prefieran (PDF, Epub y Mobi) haciendo click aquí.

A través del indice del libro se puede acceder a los distintos capítulos:

Parte 1: Las siete puntas


Capítulo I. Klint, el controlador
Capítulo II. Gunter, Jefe Intermedio
Capítulo III. Jill, el nervioso, el de los sueños de lobo
Capítulo IV. Carlos Luna retira un sueño de la máquina
Capítulo V. Cami y Theobold, compañeros de piso
Capítulo VI. Mislav hace un encargo
Capítulo VII. Conversación en el bar flotante entre Mislav, Chloe, Miller y Faust
Capítulo VIII. Cressil, Moffy y el ajedrez gigante
Capítulo IX. Matt tiene fiebre
Capítulo X. Timeus, el presentador
Capítulo XI. Un espectador en las gradas del Torneo
Capítulo XII. Un ciego
Capítulo XIII. Theron, el Jäger
Capítulo XIV. Marcos Franco y Eikki Valkoinen, los jóvenes gerentes
Capítulo XV. Santiago García, el que trabaja en la oscuridad
Capítulo XVI. Henry Gibbs, un simple consumidor
Capítulo XVII. Azzam al-Bakri y Pancho Giménez, dos niños prófugos
Capítulo XVIII. Una estrella de siete puntas
Celda 1. T-Magnus
Celda 2. Zombie
Celda 3. Vampiro
Celda 4. Mago y Dragón
Celda 5. Elfos, Enanos y un Viper
Celda 6. Superhéroe
Celda 7. Bestia
Kat

Parte 2: Los primeros tres segundos


Capítulo I. Un segundo
Capítulo II. Dos segundos
Capítulo III. Tres Segundos

Parte 3: La señora de la limpieza


Capítulo I. Camino hacia el trabajo
Capítulo II. Reflexiones sobre el caos
Capítulo III. Mohammed, el incesante
Capítulo IV. Una nave se pierde por el cielo

Epilogo: The land of the free


Espero que les guste!
Y ya saben, todo esto es pura autogestión, hecho a pulmón, totalmente artesanal y por el amor al arte. Si les gustó, ¡recomienden la obra! Se vienen nuevos tomos y más novedades relacionadas.

Gracias! y nos vemos en el laberinto!

Cris

Cuerpo Muerto


"Un liquido asomaba por la puerta..."



Capítulo 3

III.

Gran Imperio Alemán. Berlín, Capital del imperio.
Año 3029
1ro de Agosto. Día de la Gran Final
5:43hs AM
15:17 Hs para el inicio.




*** Anexo LdS – T1.P1.4 ***
http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/irreal.html
Irreal.

-"Solo quiero saber que es real y que no." 

No podía dormir. La llamada del sistema me asustó, pero no me encontró dormido. Aparté la vista hacia un costado. Me molestaba la idea de que nos estuviesen mirando constantemente. 

Nos entregan los pisos de departamento gratis, lo cual está bueno. Pero no te dejan decidir sobre ningún aspecto de la vivienda. Viene como viene. Con sus sistemas de alimentación automatizados, con las duchas a presión, el sistema de calefacción, y las cámaras. Las cámaras nunca dejaban de filmar. A veces hasta hablaban.

La bronca me recorrió la espalda. Cerré la mandíbula con fuerza, pero no dije nada. Las luces de la inmensa ciudad resaltaban contra el negro de los edificios sin fin. A través de la pantalla sentí nuevas preguntas, que apenas escuché. No podía concentrarme. No con la idea de la irrealidad asaltándome tan violentamente. Seguramente también registraron en su informe que no emití respuesta alguna. 

-"No tengo ganas de hablar. Mañana sigo". Corté. A la mierda la quita de puntos. No me puede importar menos.

Tenía el rostro a dos centímetros de la ventana. Veía las extrañas luces, los extraños ángulos de los edificios y la luz recortada por la extravagante arquitectura sin fin de esta extraordinaria ciudad. La imagen cambiaba muy lentamente con el movimiento y la modulación del sol.

Los contrastes eran fuertes en un amanecer que empañaba todo de la luz del alba, saturaba los blancos y oscurecía los negros, con un fondo naranja y rojo pintado sobre nubes difusas. Hermosas tramas geométricas, imposibles, se armaban en el lienzo que era esa mañana, ese día histórico.

*** Anexo LdS – T1.P1.5 ***
http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/jills-gone-moments.html
Jill’s gone moments.

Miro extrañado las calles. Las calles que nadie camina. Las calles estéticas. Las calles desiertas. Main 2 y Main 5 dibujan perspectivas infinitas. Quién sabe en donde terminan. Quién sabe si alguien más está mirándolas ahora. A sus lados, edificios de distintas formas crecen como bellas enredaderas de un jardín inglés: nada se pasa de la línea, todo está en cierta armonía con el diseño de la ciudad. Funcionalidad, estética, creatividad, eficiencia. 

La época en que los edificios eran rectángulos rectos había acabado hace mucho tiempo. El cielo era el límite en la Nueva Arquitectura Alemana. Los recursos sobraban, y el sistema creía que crear un paisaje exterior que estimulase ir más allá de los límites era algo saludable. O tal vez solo era el regodeo de aquel que todo lo puede.

Había visto imágenes del Edificio Inclinado, La Pileta Flotante del Sunbeam, El Cilindro (una elipse que empezaba bajo tierra y sobresalía muchos metros en la superficie), El Ojo del Sol, Las Llanuras Interminables que se extendían en el nivel -100, o El Rayo de Cormac, pero simplemente no te da el tiempo para visitar cada rincón del imperio. Ya no hay forma de saber a ciencia cierta dónde uno está. El sentido de la orientación es completamente inútil en un mar de túneles, ascensores y torres. Si estaba bajo tierra o en el piso mil quinientos, imposible decirlo. Las interminables tramas, la movilidad en las esferas, las sorpresivas salas que aparecían de la nada detrás de puertas, las pantallas, los pasillos, las perspectivas infinitas, todo esto termina por marearte terriblemente, la ciudad te absorbe, de devora. Sin piedad.

El sentido de la realidad es algo difícil de medir. La conciencia. La existencia. El ser. Podes estar hablando horas con una máquina. Podes tener sexo con una, un humanoide que siente y gime como cualquiera. Podes pasar sin salir de la habitación o sin hablar con nadie en meses. Podes moverte a través de mares de personas sin tocar a nadie, sin que nadie te mire. Ya no sé lo que es ser un humano. 

No recordé cuanto tiempo estuve así, sentado, ido. Solo sé que, cuando recobré la conciencia, el sol se había movido, igual que las sombras. 

Sabía que en esos momentos muchos de mis contactos estarían siendo llamados e interrogados sobre las conversaciones que habíamos tenido en las últimas horas. Sabía que estarían revisando toda mi actividad para entender el desencanto. Pude anticipar la notificación antes que me vibrara la nuca.

¡Clin!

Se me citaba a una reunión con el Gabinete de Asistencia Social por comportamiento extraño. También me sugieren llevar una vida más normal, sociable y saludable. Buen plan. Lo tendré en cuenta.

Una rabia silenciosa muy parecida a una tristeza irremediable me invadió. Aprendí la lección. El sistema no puede hacer nada por mí. Si estoy enfadado con ellos, debo esconderlo. Debo aprender a fingir normalidad, camuflarme entre la masa. Debo volverme invisible.

- “El mundo se está terminando”. – Dije en voz alta, sin saber por qué. Mi voz rebotaba contra el vidrio. O tal vez era mi reflejo el que hablaba. – “Hoy es el día del Torneo. Hoy se termina el mundo. Hoy es lo que tanto esperamos. La absolución. El gran choque entre los grandes. El día del Juicio”.

No sabía cuándo ni cómo había surgido esa idea, pero desde que ingresó en mi sistema, jamás pude erradicarla por completo. Volvía con una furia tremenda en sus sueños, lo cual me hace no querer dormir.

- “Tengo la inconfundible noción de que algo va a salir mal”. 

Independientemente de mi voluntad, imágenes de un sueño que creía haber olvidado se presentaron ante mí. Aunque no quería, mi mano tomó esa cuerda, y tiré.

La ciudad entera se desvaneció. Apareció vívidamente la imponente imagen de un lobo. El resto de mi percepción se apagó. Desde la negrura absoluta, una silueta se iba haciendo cada vez más clara. Una criatura monstruosa, con dientes del tamaño de brazos, con ojos de un rojo radioactivo, con un pelaje negro que sin embargo emanaba un fulgor parecido a una ira efervescente. 

El lobo estaba atado con una gran cadena, pero no dejaba de gruñir y de intentar zafarse. 

En el sueño predominaba la sensación de estar perdido, buscando el camino de regreso a casa; las irregularidades del paraje en el que me encontraba me guiaban hacia adentro de una caverna. 

*** Anexo LdS – T1.P1.6 ***
http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/cueva.html
Cueva.


Un suelo volcánico, resquebrajado, hacía que mis pasos fuesen inseguros. La brisa me llenaba la cara de humedad. A mis lados un musgo de color verde saturado cubría las irregulares colinas, que me rodeaban, empujándome a una hondonada que desembocaba en una playa negra. Al doblar un recodo apareció el mar, imponente, con su viento helado empujándome, advirtiéndome. Peludos animales me miraban desde lo alto de las colinas, donde pastaban, indiferentes. O tal vez no tanto. Sentía que me observan con especial atención. 

No tenía alternativa así que seguí caminando. Era una de esas situaciones en las que no se puede volver atrás, y una extraña e inexplicable energía me conducía como presa de un ensueño. En la cueva no entraba ningún tipo de luz, pero las paredes se veían reflejadas con tonos azulados, verdosos, magenta. Seguí adelante, entre hipnotizado y aterrorizado; no tenía control de mis actos. A medida que avanzaba las luces aumentaban, así como el gruñido del animal atrapado. Al doblar un recodo, pude ver esos dos faros rojos observándome, y la gran masa del enorme animal opacando y a la vez emanando una luz fuera de este mundo.

El terror me atrapó y me vi paralizado. La absurdidad de ver a un objeto en un tamaño completamente irreal y desproporcionado dislocó completamente mi realidad. No tenía sentido que un lobo, que suele tener un tamaño no más alto a un adolescente, apareciese súbitamente con una altura superior a tres metros. Sufrí un bloqueo mental completo, inyectado con oleadas del más desaforado temblor, que me recorría la espina por dentro como un rasguño helado.

De repente sentí concretamente unas manos que me tomaban por la espalda, y gentilmente me guiaban hacia atrás, me conducían a la salida de la cueva. Unos susurros en una lengua que no entendía me tranquilizaban, me inducían a confiar en ese ser.

Caminé pasos secretos entre las rocas, los arroyos de aguas mágicas y otras formaciones minerales que surgían del suelo y el techo, guiado por ese ser. Mis pies nunca dudaron. Volví a ver la luz. Podía ver ahora en donde estaba. Un inmenso valle se presentaba ante mí, poblado de negras rocas volcánicas y una bruma cargada del olor a sal del mar y la frescura de amplios campos y praderas. El sol se encontraba bloqueado por una capa de bruma y nubes bajas. Miré hacia él, y luego el sueño terminó, o al menos mi recuerdo del mismo.

Pensaba consultarlo con el sistema, pero ahora sé que no puedo confiar en ellos. Sería una locura contarles el sueño.

Aparte las maquinas no pueden entender los sueños. Nunca podrán. Es un terreno nuestro, no se puede medir en probabilidades y variables, no alcanzan para describirlo.

Esa idea, sin embargo, es a la vez esperanzadora y aterradora. Porque significa, por un lado, que aun preservo parte de mi humanidad intacta, conservo guardados esos secretos que son fundamentales para mi identidad; pero, por otro lado, si las maquinas no pueden ayudarme, estoy solo, estoy atrapado entre las bestias de mis pesadillas y mi inhabilidad para entender este mundo inmaterial y actuar en consecuencia. 

Me siento tan impotente como alguien que intenta golpear a un fantasma o caminar sobre el agua.

Voy a terminar con mi vida. No veo otra salida. No quiero ver lo que va a pasar hoy. No quiero vivir después de este torneo.

Comencé a agitarme.

- “¡No quiero! ¡No quiero! ¡No quiero! ¡No quiero!”- Me sentí gritar.

¡Clin!

Otra notificación.

“Estimado Jill: hemos detectado un nivel alto de presión y nerviosismo. Le recomendamos encarecidamente que tome algunas de las opciones oficiales para tranquilizarse. No querrá perderse La Gran Final del Torneo. Tiene a pocos metros una terminal repartidora de sueños.
Estaremos monitoreando su mejora.
Atte.
Admin.”

Tengo que salir. Esta paranoia me va a volver loco, si es que ya no lo estoy. Me están vigilando. Es más, debo haber entrado en una especia de lista negra para ciudadanos peligrosos, o algo así. Debo tener más cuidado, debo aprender a fingir mejor. Debo ir por ese sueño. Ya. Tengo que salir. Me levanto de la sucia cama, tambaleándome. Pulso un botón de la puerta. Tal vez sea mi paranoia, o tardo un segundo más de lo habitual en abrir la puerta.

Esta ciudad es un infierno. Me abruma. Subir, bajar, pasillo, pasillo, pasillo, paredes infinitas, torres altísimas, como tótems, como fantasmas sin rostro, arboles sin hojas, arboles fantasmas; laberintos, cruces, gente anónima por todos lados, máquinas observándonos constantemente, hablándonos, consolándonos, aconsejándonos. Es un laberinto arcano e inmemorial, sin minotauros, solo sombras, ecos de pasos, y el vacío. Nadie con quien hablar, nadie con quien compartir cosas. Tengo miedo de decir algo, algo incorrecto, y que me castiguen, me envíen a un lugar sin ventanas, y nadie se acordara de mí, nadie preguntara por mi ausencia. No es seguro. La gente a quien le hablo termina herida, termina investigada, no quieren acercarse a mí; pasillos y más pasillos, esferas que recorren la ciudad como espectros alados, flotantes, independientes del piso, del suelo, del mundo, no las controlamos, no tienen volante, pueden llevarnos a donde quieran. Tengo que parar. Tengo que parar. Tengo que parar. Tengo que parar, pero este mar de luces y tramas me enloquece, no puedo dejar de habitar estos grandes tramos de formas, irreales, abstractas, hipnóticas, líneas y líneas moviéndose a mi alrededor, luces cambiando todas las formas en una nueva serie de tramas infinitas en donde no hay un solo rostro, solo grandes campos coloreados de gris, blanco y negro. Ceros y unos. Puros ceros y unos. Todo y nada. Si, o no. Positivo o negativo. Incansables procesadores bebiendo esos ceros y esos unos, girando sin parar, girando y girando, girando, girando, bebiendo y escupiendo ordenes que pasan por infinitos procesos, como un volcán que envía su lava por  las rocas, con fuerza sobrenatural, y esas órdenes van recorriendo todo el sistema, y ese sistema va enviando órdenes a nuestra ciudad, y decide si nos abre la puerta o nos deja afuera, si nos lleva a donde le pedimos o notifica al departamento de irregularidades, si nos envía pollo, arroz, sopa o quien sabe qué. Puedo dejarme ir, y el sistema me atrapará y me reubicará. Seré un cero. Y luego un uno. Seré blanco y luego negro. Seré un elemento más de un número infinito. Una línea que avanza sin fin, no como el tiempo, en una línea con una leve curva que termina empalmándose con el comienzo para renacer en un círculo, sino una línea recta, infinita, hacia el futuro. Voy en ese tren hacia la nada, a toda velocidad, adentrándome hacia el abismo, el agujero negro más profundo, piloteado por un robot sin sentimientos. Sin rostro.

*** ANEXO LDS T1.P1.7 ***
http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/naves.html
Naves.

Capítulo 1

I.

Gran Imperio Alemán. Berlín. Capital del imperio.
Año 3029
1ro de Agosto. Día de la Gran Final
4:47hs AM
16:13 Hs para el inicio.



- “Es que no lo entiendo. Nada de esto tiene sentido. La realidad se volvió un chiste. Criaturas extrañas entre nosotros. Entreteniéndonos.

... A lo que voy es ¿cómo mierda consiguieron un dinosaurio? ¿Es que la tierra se volvió loca? Primero los temblores, las erupciones de magma, ¿y ahora esto?”

Fedor se acomodó para dormir y apagó el confesionario. Con este creo que terminamos, pensó Klint. Se estiró un momento en su silla, y ahogó un bostezo. Otro día más en el trabajo. Monitorear confesiones podía ser muy divertido el primer mes, pero con el tiempo se volvía un trabajo desagradable. Las personas podían llegar a ser bastante asquerosas y delirantes. 

Su pequeña oficina tenía un clima viciado. Casi se podría decir que apestaba, o tanto como podían apestar aquellos recintos súper regulados. Nada se salía de la raya en esa ciudad. Varias pantallas con información flotaban con un mínimo desplazamiento, suspendidas a ambos lados, esquivándose. En ellas se veían anuncios, videos, imágenes, listas, gráficos. Pero Klint no las miraba. Apartó a una esquina las pantallas con tareas de trabajo y publicidades y maximizó un rectángulo del tamaño de toda la pared con un idiotizante juego virtual. Un dinosaurio enorme y grotesco iba arrancando cabezas de distintos personajes que le salían del piso o del cielo al son de un veloz riff distorsionado. Se jugaba pulsando un solo botón.

El sistema lo estaba promoviendo para promocionar el último participante del Torneo: un espeluznante dinosaurio mesozoico encontrado en la Patagonia Argentina, del doble del tamaño de los registrados en la antigüedad, de colores más vividos, que entendía el lenguaje humano y disfrutaba de la música Hard Rock y Shuffle. Hasta daban puntos por jugarlo, si se llegaba hasta el nivel doce sin perder vidas. De lujo.

Del otro lado de su pared, cientos de otras oficinas alojaban a cientos de otros operarios, que monitoreaban distintas confesiones y grabaciones de los ciudadanos del Gran Imperio Alemán, brindando asesoría y apoyo psicológico, y secretamente reportando toda la actividad de los sujetos en la base de datos. No es que fuese un trabajo fundamental, porque las máquinas se encargaban de la mayoría de los temas sensibles, pero era una ventana al corazón latiente de esa ciudad habitada por máquinas y sistemas inteligentes. Ah, y humanos, también había algunos humanos.

El Nuevo Sistema de Gobierno Objetivo Computarizado se encargaba de la toma de decisiones, tanto administrativas, políticas, económicas y sociales, así como de lograr un equilibrio que permitía un estilo de vida tranquilo para las ovejas, y grandes oportunidades de negocios para los lobos.

Pero a él no le correspondía pensar en esas cosas. Él era un simple trabajador, solo quería hacer buena letra y que le dejaran tranquilo. Él solo quería seguir machacando cosas en el jueguito del Dinosaurio. Nivel Seis. Flawless. Bring it on bitch.

Disfrutaba del ocio, de dormir hasta despertarse aturdido, de mirar al vacío sin ningún pensamiento que atravesase aquel valle desierto. El sistema tenía una amplia oferta de actividades, aunque le daba pereza moverse. El trabajo era opcional, pero tenía sus ventajas. Monitorear confesiones era una de esas tareas que alguien de clase baja podía desarrollar si deseaba un ascenso seguro hacia las comodidades del sistema; solo tenía que hacer buena letra, hacer lo que le decían y dejar todo asentado en los registros del sistema. Aunque no era todo color de rosas. La vida entre las maquinas tampoco era el sueño del pibe.

Era una de las funciones menos recompensadas, las que le daban a los novatos, a los hijos de bajo estrato o a los extranjeros. Lo peor de todo es que no podía hablar de lo que veía con nadie: si lo hacía, ellos lo sabrían, y la pérdida de puntos sería devastadora. Sólo podía contárselo a alguien: a la confesión programada que tenía en su pantalla al final del día, que algún otro infeliz supervisará rutinariamente. Que ironía. Mejor seguir con este sujeto, pensó Klint. Tenía que terminar el reporte y pasar al siguiente caso para cumplir con la cuota. 

Aparte no estaría nada mal ganar algunos puntitos extra. No es que se hiciera ilusiones con ir al Torneo, sabía que alguien como él no tiene chances, pero a lo mejor podía sacar un pollo frito con cerveza para verlo en la pantalla de casa. Eso sería genial. 

Pausó el juego y lo minimizó. Antes de seguir, abrió una pantalla para ver la ciudad. Tanto encierro a veces generaba un tipo de claustrofobia con trastorno disociativo. Era uno de los nuevos consejos que empezó a llegar en los boletines. Técnicas para los empleados que pasaban largas horas en pequeños cubículos ubicados en lo más profundo de las entrañas de esas redes de edificios interminables. Algunas estaban ubicadas kilómetros debajo del nivel del suelo; otros estaban tan metidos en laberintos de acero, pasillos y luces, que se sentía como estar fuera del planeta tierra. 

El consejo aplicaba para el ochenta por ciento de la población. Tener una oficina con ventana era realmente un privilegio para los más acomodados. Las pantallas permitían sintonizar distintas cámaras a lo largo de la ciudad, y observar unos minutos las vistas. Probó el Edificio Monarca. Tenía una de las mejores panorámicas. La noche aún estaba cerrada. Giró en trescientos sesenta. Se veía el Estadio, montado en las colinas New Gate. Impresionante obra de arquitectura. Hacia el Norte se veían algunas luces de naves en el horizonte que da a la Aduana Norte.

Eso de trabajar de noche no estaba mal. El ritmo era el mismo, eso lo habían dejado bien claro desde el primer día. Las cámaras veían todo. Los reportes de productividad eran más que claros. Y las computadoras registraban todas las operaciones que hacían (y las que no). Nada se les escapaba.

Sin embargo, había una tranquilidad especial. Caminar los pasillos a oscuras, con el seteo nocturno para el ahorro energético, donde solo unas pequeñas luces celestes en los vértices de cada pasillo iluminan la estructura, era un pequeño placer. Se sentía como en uno de esos juegos vintage. Era como estar caminando en el aire. 

Saltar, subir, bajar, pasillo secreto, doble salto, arriba a la derecha está el propulsor, abrir el mapa, dos niveles más abajo está el espiral que lleva a la torre, de nuevo el pasillo, doble velocidad, freno, doblo a la izquierda. El horizonte muestra un mundo de fantasía, en siete colores y una musiquita enajenante. 

Klint miró la hora. Estaba por terminar su turno. Se obligó a dejar de divagar y se propuso a completar el informe: 

“El sujeto presenta un nivel de ansiedad elevado. Le costaba dominar las emociones a horas del Torneo. Se mostraba nervioso, lleno de preguntas, preocupado por el resultado final. Mostraba deseos de ir al estadio cueste lo que cueste para ver con sus propios ojos al Dinosaurio y el resto de los increíbles participantes.

Siente desconfianza hacia la tierra, principalmente por las secuelas de la Gran Grieta y los ríos de magma.

Duda de la realidad y tiene incertidumbre acerca del origen de las criaturas que participan en el Torneo.” 

Le dio “ingresar” al caso, y vio como los gráficos empezaban a correr al costado derecho de la pantalla, y las líneas de código volaban verdes de un lado a otro.

Hoy era el día. La espera, la ansiedad, llegaban a su fin.

Por un minuto, su mente se escapó arriba de un dragón, sintió el vértigo en la boca del estómago, el viento en la cara y el pelo, la adrenalina y las manos que se agarran fuerte a los cuernos de la columna vertebral. Casi pudo sentir el fuego, gestándose como un tornado en el interior de la bestia, antes de salir en forma de llamarada por la boca.

Que espectáculo. Ya soñaba con las ediciones limitadas de los sueños de realidad aumentada con los personajes del Torneo y alguno de los enfrentamientos épicos. Todo tipo de productos virtuales a tan solo unos puntos de distancia. Quería sentir la sensación de tener la fuerza de una bestia brutal, capaz de comprimir edificios enteros con sus enormes brazos, o volar por los cielos como un superhéroe. 

Pero si quería acceder a ese tipo de productos, debía entrar en las categorías que el sistema consideraba aptas. Y eso significaba acatar las reglas y sumar puntos. Se dedicó a completar las conclusiones de los informes que le faltaban.

Terminó justo a tiempo. El supervisor acababa mandar el slide para cargar los resultados de los casos de ese turno. Gunter, un verdadero idiota. Pero no debía pensarlo, él podría verlo. Le pasó el reporte con los casos efectivos y siguió con los que faltaban. Unos puntitos más y el pollo frito sería suyo. Que gran noche le esperaba. 


***Anexo LdS - #T1.P1.1 ***
http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/07/nadando-en-el-sunbeam.html
Nadando en el Sunbeam.

lunes, 1 de agosto de 2016

Kat

T1.P1.27


Magma

T1.P1.26

Soñé con un volcán. Un líquido rojo abría la tierra, se abría paso entre las capas de roca, generando todo tipo de reacciones físicas a su paso, derritiendo minerales, haciendo hervir líquidos subterráneos que suben en forma de vapor furioso entre las venas de la tierra, haciendo estallar gases comprimidos en estancias profundas y olvidadas del mundo interior.

Un secreto se acerca. Algo inevitable sale a la luz. No podremos creer que algo tan importante estuvo tanto tiempo olvidado, tanto tiempo tan cerca, tan latente, y sin embargo ignorado. Ahora ya es tarde. Ahora solo queda sentarse a ver el espectáculo. Sálvese quien pueda, y que cada uno viva sus últimos momentos como mejor le parezca.

Soñé con una tierra viva que tiembla y late por dentro, que se parte en miles de pedazos, rompiendo todo lo que esta creado para que el ciclo se renueve una vez más.

Algo en mi susurraba la siguiente frase: el apocalipsis no viene del cielo, viene desde los abismos del planeta. El justiciero no viene desde arriba, nace desde adentro, de nuestras propias entrañas, se arrastra entre los órganos vitales e irrumpe desgarrando todo a su paso.

Todo este tiempo estuvimos prestando atención al lugar equivocado. Todo estaba tan cerca que nunca sospechamos. Siempre pensando más allá. Siempre errando el juicio.

Siento que me estoy olvidando alguna parte fundamental del sueño. Intento recordarlo, pero no puedo, se me escapa entre los dedos, me llena de impotencia, y ahora desesperación. Sentía que era algo importante, pero por más que intento no logro asirlo.

Estoy resignado. Lo que tenga que venir, vendrá. Tengo miedo. Espero que todo pase pronto y que no haya dolor.


Bestia

T1.P1.25


El Hombre Desintegrado

T1.P1.24


Principes Elfos

T1.P1.23






Dragón

T1.P1.22




Dragón

T1.P1.22




Vampiro

T1.P1.21


Hombre Negro

T1.P1.19



T-Magnus

T1.P1.18


King of Kings

T1.P1.17

Música para leer durante el apartado Celda Uno.


King of Kings, Motorhead.

Soldado del Gran Imperio Alemán

T1.P1.16



Noche

T1.P1.15

La ciudad destella.
Un mar de luces que se prenden y se apagan.
El humo que exhalo se monta en los colores que me rodean.
Queda poco para el Torneo. Estoy relajado.
Hay un frenesí extraño sobre todo esto.
Me da mala espina.
gente gastando todos sus puntos para conseguir una plaza,
o la transmisión exclusiva, con los comentarios de Timeus.
No sé.
No se que pensar.

No soy quien para juzgar.

El resignado

T1.P1.14


Arte de Andy Sowards.

Flor infinita

T1.P1.13

Video para tener de fondo mientras se lee el apartado XV.


Visualización por Nick Darling.

Ciego

T1.P1.12







Preguntas raras

T1.P1.11


- ¿Te puedo hacer una pregunta?
- Sí, decime.
- ¿Cómo crees que habría que educar a los niños?
- ¿Qué?
- Sí, ¿cómo tendríamos que educarlos?
- ¿Educarlos? ¿Qué estás diciendo? No entiendo.
- Nada, deja. No importa.
- Sos raro a veces, querido.
- y bue.



Viento

T1.P1.10



Ciudad infinita

T1.P1.9

la ciudad es infinita.
dicen que es un bosque basto que solo termina en los mares.
hay ciudades que avanzan aún sobre los mares.
hay otras que trepan por el cielo, robándole
espacio al sol.

la información que tenemos no es confiable.
la ciencia ya no está al servicio del pueblo, si es que
alguna vez lo estuvo.

estamos solos, en la nuestra.

la soledad de la gran ciudad.
no como la soledad de Hopper.
soledad de la multitud, del número.

existencia nominal, lógica, cartesiana.

Palabras que atormentan

T1.P1.8

Algunas palabras
salen de tu boca
sólo para volver,
para cazarte,
para encontrarte

y atormentarte.

Naves

T1.P1.7

flashes de otra vida,
futura o pasada,
o presente,
contemporánea,
simultanea,
posible.


Las naves atraviesan el cielo con acompasada perfección.

Cueva

T1.P1.6



Jill's gone moments

T1.P1.5





Arte por Igor Piwowarczyk.

Irreal

T1.P1.4

Música para leer el apartado III.


Música por Trent Reznor & Atticus Ross.

Aburrido

T1.P1.3

Estoy aburrido.
Nunca lo estuve tanto.
No sé que hacer.
No tengo nada que hacer.
Todo lo que me divirtió alguna vez me aburre.
¿Cuánto falta?

Ya no aguanto más.

La oficina de Gunter

T1.P1.2


miércoles, 27 de julio de 2016

Guia de Anexos

Como se menciona en "Como usar el Blog de Laberinto de Sangre", los anexos no son necesariamente correlativos, ni fundamentales para la trama.

Sin embargo, sí tienen un orden, que se puede interpretar por los nombres de cada anexo.

El criterio nomenclador es simple:

T - Indica el número del tomo. Ej. T1=Tomo1; T2=Tomo2; etc.
P - Indica la parte del libro. Ej. P1=Parte1; P2=Parte2; etc.
C - Indica el capítulo del libro. Ej. C1=Capítulo1; C2=Capítulo2; etc.
Número - indica el orden dentro de la categoría. Ej. T1.P1.C1.1 viene antes que T1.P1.C1.2

A continuación se listan todos los anexos publicados hasta el momento para el que guste recorrerlos de manera correlativa:

T1.P1.C1 - Nadando en el Sunbeam
T1.P1.C2 - La oficina de Gunter
T1.P1.C3 - Aburrido
T1.P1.C4.1 - Irreal
T1.P1.C4.2 - Jill's gone moments
T1.P1.C5 - Cueva
T1.P1.C7 - Naves
T1.P1.C8 - Palabras que atormentan
T1.P1.C9 - Ciudad infinita
T1.P1.C10 - Gales
T1.P1.C11 - Preguntas raras
T1.P1.C12 - Ciego
T1.P1.C13 - Flor infinita
T1.P1.C14 - El resignado
T1.P1.C15 - Noche
T1.P1.C16 - Soldado del gran imperio alemán
T1.P1.C17 - King of kings
T1.P1.C18 - T-magnus
T1.P1.C19 - Hombre negro
T1.P1.C20 - Celda tres
T1.P1.C21 - Vampiro
T1.P1.C22 - T1
T1.P1.C23 - Principes elfos.html
T1.P1.C24 - El-hombre-desintegrado.html
T1.P1.C25 - Bestia.html
T1.P1.C26 - Magma.html
T1.P1.C27 - Kat.html


Guia de Anexos

Como se apunta en el copete del Blog, los anexos no son necesariamente correlativos, ni fundamentales para la trama.

Sin embargo, sí tienen un orden, que se puede interpretar por los nombres de cada anexo.

De hecho, en los libros se los designa según la relación con que aparecen en la trama.

El criterio nomenclador es simple:

T - Indica el número del tomo. Ej. T1=Tomo1; T2=Tomo2; etc.
P - Indica la parte del libro. Ej. P1=Parte1; P2=Parte2; etc.
C - Indica el capitulo del libro. Ej. C1=Capítulo1; C2=Capítulo2; etc.
Numero - indica el orden dentro de la categoría. Ej. T1.P1.1 viene antes que T1.P1.2

A continuación listo todos los anexos publicados hasta el momento con sus links, para el que guste de recorrerlos todos de manera correlativa:

T1.P1.1 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/07/nadando-en-el-sunbeam.html
T1.P1.2 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/la-oficina-de-gunter.html
T1.P1.3 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/aburrido.html
T1.P1.4 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/irreal.html
T1.P1.5 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/jills-gone-moments.html
T1.P1.6 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/cueva.html
T1.P1.7 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/naves.html
T1.P1.8 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/palabras-que-atormentan.html
T1.P1.9 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/ciudad-infinita.html
T1.P1.10 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/gales.html
T1.P1.11 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/preguntas-raras.html
T1.P1.12 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/ciego.html
T1.P1.13 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/flor-infinita.html
T1.P1.14 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/el-resignado.html
T1.P1.15 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/noche.html
T1.P1.16 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/soldado-del-gran-imperio-aleman.html
T1.P1.17 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/king-of-kings.html
T1.P1.18 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/t-magnus.html
T1.P1.19 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/hombre-negro.html
T1.P1.20 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/07/celda-tres.html
T1.P1.21 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/vampiro.html
T1.P1.22 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/t1.html
T1.P1.23 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/principes-elfos.html
T1.P1.24 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/el-hombre-desintegrado.html
T1.P1.25 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/bestia.html
T1.P1.26 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/magma.html
T1.P1.27 - http://laberintodesangre.blogspot.com.ar/2016/08/kat.html


Celda Tres



Nadando en el Sunbeam

T1.P1.1 - Nadando en el sunbeam


Música para leer el Enlace #T1-P1.1

(Brian Eno - An Ending
 Del album "Apollo: Atmospheres and Soundtracks" - 1983)





El sol.
El sol.
El.
Sol.
Sol.
Sol.

Sol.

Sol.

El sol.
Yo.
Sol.

Estoy en el agua.
Esta el sol.

Sol.
Yo.
El.
Sol.


Nadando en el Sunbeam.
Floto en el aire.
El sol me baña.
Me siento desaparecer.
Abajo del agua no hay ruido.
La mente se satura de silencio.
Abro los ojos.
Extiendo los brazos.
Me suelto.
No existo.
Contengo la respiración.
Si no respiro, no existo.
Miro hacia abajo.
La ciudad aparece,
Como en otro mundo.
Siento que vuelo.

Siento que no estoy.
Estoy sin sentir.
Solo siento el sol
Soy el sol.
Sol el soy.

Sol.
Soy.


Sol.